Hoy se ha hecho imprescindible el uso del hormigón
en obras de construcción, ya que es un material bastante resistente en lo que a
tracción y flexibilidad se refiere. Además, el hormigón es ideal para
combinarse con el acero, algo que ha aumentado mucho más su empleo en los
distintos tipos de construcción.
Sin embargo, hasta un material como este necesita en
su elaboración de cierto tipo de aditivos que lo vuelvan más resistente, debido
a que tiene capilares que sin duda contribuirán con su deterioro en caso de que
haya contacto con el agua o con la humedad.
El hormigón que está hecho a base de los materiales
habituales tiende a generar –con el paso del tiempo– porosidad, lo que lo hace
mucho más vulnerable al deterioro. Eso aparte del contacto que tendrá este
material con agentes externos (agua, oxígeno, sales, etc.) que empezarían a
corroerlo, causando daños en toda la estructura construida, sobre todo si en
dicha estructura se hace uso del acero o de cualquier otro tipo de metal que
esté adherido al concreto.
Por todo lo anterior es muy significativo que
materiales de construcción como el hormigón cuenten con un aislante o repelente
que lo proteja de la humedad. En este sentido, el concreto impermeable
se convierte en una excelente opción, ya que gracias a este tipo de protección se
evita que las estructuras sufran daños prematuros y que se tenga que hacer un
nuevo gasto por reparaciones y mantenimientos.
Características
del concreto impermeable
·
Es el resultado de
emplear adecuadamente una relación entre agua, cemento, arena y algunos
aditivos que tienden a hacerla una mezcla muy resistente.
·
Es un repelente de tipo
acuoso, compuesto –entre cosas– por
sodio o aluminio.
·
El sodio es el producto
que más se utiliza para hacer que el concreto sea
impermeable, esto debido a que es un material alcalino, por lo que es un magnífico aislante del agua, tanto
que impide su paso al sellar los poros y capilares presentes en el hormigón.
·
También puede contener
agentes hechos a base de aluminio, por lo que se convierte en una barrera que
impide el paso del agua a través de las grietas, poros o huecos que pueda tener
el hormigón.
·
Protege a la estructura
contra las diversas condiciones ambientales y los deterioros que estas puedan
originar, lo que incrementa la vida útil de las estructuras u obras de
construcción.
·
Hace que en concreto se
genere muy poca porosidad.
·
Es ideal para usarse en
los diversos tipos de estructuras que requieren tener una máxima resistencia a
la acción que el agua y ciertas condiciones ambientales pueden tener en ellas.
·
Entre las
construcciones en las que se usa se pueden mencionar las piscinas, los tanques
de retención, túneles (subterráneos y acuáticos), jardinerías, sótanos, estacionamientos
subterráneos, estaciones subterráneas de metro o trenes y, en general, en cualquier
edificación que amerite resistencia o durabilidad.
·
Preserva de la
corrosión al acero de refuerzo.
·
Evita el uso de
productos sintéticos, entre ellos las membranas y el polietileno.
·
Reduce de manera
considerable la permeabilidad que generan el agua y el vapor de agua.
·
Al eliminar la humedad
permite que las pinturas que se colocan en la superficie del concreto se queden
adheridas a él por mucho más tiempo.
·
Evita accidentes y
proporciona mayor seguridad al mantener en condiciones idóneas los tendidos
eléctricos que están colocados dentro de la estructura.
·
Elimina la tensión que
se produce en la estructura al evitar los agrietamientos que por lo general
aparecen cuando el concreto se está secando.
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