El
mortero de cemento tiene
una sencilla preparación y tiene un tiempo menor de secado, en comparación con
morteros hechos a base de cal u otro producto. Es, además, un material bastante
versátil, lo que aumenta mucho la frecuencia con la que es usado en labores de
albañilería. Se emplea, en líneas generales, para lograr que varios elementos
estén unidos, cohesionados o sujetos entre sí.
El
mortero de cemento es en sí un compuesto en el que se combinan cemento gris
(este es el que más se usa para la construcción de obras), arena y agua. Se usa
principalmente para realizar trabajos de mampostería. En otras palabras, para
unir bloques o ladrillos, por ello, se coloca entre las ranuras que hay en las
unidades de los bloques. Pero también se emplea para el pañete, enlucido o
frisado de paredes, y para rellenar columnas y celdas de mampostería.
Proceso
para elaborar un mortero de cemento
La
mezcla de mortero no siempre se elabora de la misma forma, todo va a depender
del uso que se le vaya a dar en la obra que se está construyendo. Pero este
proceso consiste, básicamente, en lo siguiente:
Lo
primero que hay que hacer es buscar un recipiente amplio y dentro de él mezclar
en seco la cantidad de cemento y arena que se vaya a necesitar hasta que entre
ambos se logre la uniformidad apropiada; al momento de mezclar, utilice un
bailejo (si la mezcla la prepara en un balde) o una pala de construcción si la
preparación la hará en un recipiente mucho más amplio o en el piso. La proporción
recomendada es esta: por cada cuatro porciones de arena, una de cemento.
Seguidamente,
haga un orificio en el medio de esa mezcla y vierta el agua en pequeñas
porciones, hasta que obtenga la consistencia deseada. Para lograr que esta esté
bien uniforme, puede emplear una máquina mezcladora, por ejemplo, una
hormigonera.
La
cantidad de agua variará en función del tipo de uso que se le dará. Por
ejemplo, si lo que se quiere unir es un bloque con otro para el levantado de
una pared, la consistencia de la mezcla tiende a ser pastosa, pues así el
pegado de un bloque con otro será mucho más fácil.
En
cambio, para el frisado o enlucido de paredes, la consistencia ha de ser un
poco más fluida, lo que implica que se le debe añadir un poco más de agua. Si el mortero queda con
una consistencia muy espesa, no se logrará adherir a la superficie de la pared
ni se podrá deslizar por esta con facilidad. Eso aparte de que una mezcla con
consistencia gruesa tendería a agrietarse cuando se seque, pues el frisado
requiere de una capa fina para poder cubrir la pared. Por tanto, la clave para
saber si es la consistencia adecuada para el enlucido, es que el concreto se
adhiera al bloque y se deslice por la superficie sin mayores inconvenientes.
El
endurecimiento de la mezcla va a depender de factores ambientales como la
temperatura y la humedad. Por tanto, siempre es mejor preparar el mortero de
cemento momentos antes de su utilización y en el lugar en el que se realice la
obra.
De
igual manera es importante resaltar que para tener mayor probabilidad de que el
concreto de cemento sea una mezcla resistente, puede añadir un aditivo (un
plastificante, por ejemplo) que evite la porosidad o la aparición de grietas.
De esta manera, tendrá mayor durabilidad.
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